Milicianos republicanos en el frente de la Sierra
Frente del Centro
Batalla de Guadarrama
Fecha: 19 de julio al 1 de agosto de 1936
Lugar: Sierra de Guadarrama (Madrid)
Bando republicano
En Madrid se encontraba la I División Orgánica al mando del general José Riquelme. Se organizaron columnas de las milicias confederales de la CNT-FAI y de las Milicias Antifascistas Obreras y Campesinas (MAOC), que se dirigieron a la sierra para parar el avance de los sublevados que venían del norte.
Los comunistas del MAOC organizaron el 5ª Regimiento de Milicias Populares, cuyo primer jefe fue Enrique Castro. Fue un cuerpo de élite, siempre en vanguardia. El Quinto Regimiento participó el 20 de julio de 1936 en la toma del Cuartel de la Montaña en Madrid, antes de dirigirse a la Sierra de Guadarrama.
Bando sublevado
Columnas compuestas por milicias falangistas, Requetés carlistas, alfonsinos y Guardia Civil.
Comandante del bando republicano: General José Riquelme
José Riquelme y López-Bago participó en la guerra del Rif en Marruecos. En 1924 participó en la reconquista de Tetuán. En 1931 es nombrado capitán general de la III Región Militar, en Valencia. Tras el golpe de estado del 18 de julio de 1936, es nombrado jefe de la I División Orgánica.
Combate
El 19 de julio el general Mola se hizo con el control de Navarra tras proclamar el estado de guerra, y envió hacia Madrid al coronel García Escámez al frente de una columna compuesta por tropas, dos compañías de Requetés y una de Falange. La columna en su avance hacia el sur aseguró el triunfo de la rebelión en Logroño.
El 22 de julio la columna de Escámez aseguró el puerto de Somosierra con la ayuda de los monárquicos alfonsinos de Joaquín Satrústegui.
De Valladolid salió otra columna rebelde de 200 hombres mandada por el coronel Serrador, que ocupó el puerto del Alto del León el 25 de julio.
Las columnas se quedaron sin municiones y se parapetaron en los puertos, hasta que el general Franco les mandó municiones desde Andalucía.
Una columna del gobierno al mando del coronel Mangada salió de Madrid, para intentar aislar por la retaguardia a los rebeldes que se encontraban en el alto del León. En su avance Mangada conquistó varios pueblos, al vencer a una columna de la Guardia Civil mandada por el comandante Lisardo Doval, que se había sumado al golpe, pero los republicanos no consiguieron pasar de Navalperal de Pinares.
Los combates en los puertos eran feroces y los prisioneros eran fusilados. El coronel Castillo, al mando de las fuerzas republicanas en el Alto del León, apareció muerto, posiblemente por sus propios hombres. Las milicias republicanas consiguieron detener a las tropas rebeldes hasta el final de la guerra. El número de víctimas pueden ser 5.000.