La artillería de la base de San Fernando incendia el Lauria y toca el Cánovas del Castillo, que es bombardeado por aviones procedentes de Sevilla Y abordado después por regulares que ponen fin al motín. La tranquilidad en Cádiz y provincia es absoluta.
Los últimos sublevados de San Sebastián se rinden en el hotel María Cristina tras una cruenta lucha. El alzamiento es aplastado por milicias socialistas, muchas de ellas llegadas desde Éibar, y anarquistas, apoyadas por la Guardia Civil y la Guardia de Asalto, así como por el Cuerpo de Carabineros y los Migueletes. Las calles de San Sebastián e Irún la dominan milicias socialistas y anarquistas, que detienen y fusilan a católicos y conservadores no nacionalistas. Hubo matanzas en las cárceles de Ondarreta (San Sebastián), fuerte de Guadalupe (Fuenterrabía) y Tolosa.
Insignia del Cuerpo de Carabineros |
En Sevilla cae el último foco de resistencia frentepopulista, el barrio de San Bernardo, bajo el mando del general Gonzalo Queipo de Llano, jefe de la Segunda División. Los sublevados controlan toda la ciudad. Cesa la resistencia popular en Granada, en el barrio obrero del Albaycín.
Gonzalo Queipo de Llano |
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